Dieta para el páncreas y el hígado
En la diabetes, el páncreas todavía es capaz de producir insulina, pero las células de nuestro cuerpo desarrollan resistencia a su acción, lo que dificulta que la glucosa llegue a las células. Con el tiempo, el páncreas puede reducir su producción, lo que dificulta aún más mantener niveles estables de glucosa. El pescado es un alimento excelente para las personas que padecen la enfermedad del hígado graso. Uno de los componentes que no debe pasar desapercibido, el páncreas es un órgano esencial ubicado en el abdomen que juega un papel importante en la digestión y el metabolismo. Produce hormonas, como la insulina, y enzimas que descomponen los alimentos en nutrientes que el cuerpo puede absorber. El páncreas ayuda a regular el azúcar en sangre al secretar la hormona tofu. Otro alimento que protege el páncreas es el tofu. Este producto contiene proteínas y una pequeña cantidad de grasas, además es de fácil digestión y mejora la salud digestiva. Alimentos que ayudan. 3. Café verde: bebida para regenerar el hígado. Aunque el té verde puede ser beneficioso para la salud general, es importante nunca mezclar las infusiones con medicamentos, ya que esto puede dañar el hígado. En tus desayunos puedes alternar té verde y café. Eso sí, ten siempre cuidado con el tipo de edulcorante que añades. Si tiene ambas afecciones y su diabetes no está bien controlada, esto puede empeorar la enfermedad del hígado graso. Las mejores formas de prevenir la enfermedad del hígado graso son: Trabaje con su equipo de atención médica para controlar sus niveles de azúcar en sangre. Bajar de peso si es necesario y, Recomendaciones nutricionales. Debemos tener en cuenta tres pautas básicas en la alimentación de los pacientes con cáncer de hígado: Evitar al máximo tóxicos como el alcohol o el tabaco. Evita el consumo de azúcares, dulces y alimentos procesados. Aumentar el consumo de calorías y proteínas para evitar la desnutrición cálcica alta en proteínas.